Romanticismo.
El Romanticismo es un movimiento cultural y
político originado en Alemania y en el Reino Unido(Gran Bretaña e Irlanda del
Norte) a finales del siglo XVIII como
una reacción revolucionaria contra el racionalismo de
la Ilustración y el Clasicismo,
confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la
ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas.
La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo
revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de
sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de
manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro
de una misma nación se manifiestan distintas tendencias proyectándose también
en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX,
extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a otros países. Su
vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como
el Parnasianismo, el Simbolismo,
el Decadentismo o
el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación
general de Posromanticismo, una derivación del cual fue el
llamado Modernismo hispanoamericano.
Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la
música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX,
el Surrealismo,
llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.
Novela Romántica MARÍA de Jorge Isaac..!
Jorge Isaac.
Jorge Isaacs nació en Cali, Colombia el primero de Abril de
1837, hijo de un comerciante Inglés radicado en Jamaica, Henry Isaacs, de
origen Judío quien se convirtió al Cristianismo para casarse con Manuela Ferrer
Scarpetta.
Después de cursar sus estudios primarios en Cali y Popayán
viaja a Bogotá e ingresa al colegio del espíritu santo, mas adelante estudia en
los Colegios San Buenaventura y San Bartolomé, pero no llega a graduarse. A los
5 años regresa al Valle del Cauca para residir en la Hacienda El Paraíso,
donde se desarrolla gran parte de las escenas de su novela. A los dieciséis años
es obligado a tomar parte en la primera de las guerras en que participó, 2 años
después contrae matrimonio Felisa González Umaña de solo catorce años.
Jorge Isaacs vuelve a tomar las armas entre 1860 y 1861 para
combatir al lado del gobierno Liberal contra las fuerzas insurrectas del
General Tomás Cipriano de Mosquera; pero siempre estaba el refugio de la
literatura, aunque en realidad nunca dejó de escribir o de concebir planes
literarios, tal como lo demuestran entre muchos ejemplos, la publicación del
primer canto del Poema “Saulo” dedicado al presidente Roca de Argentina “La
tierra de Córdoba” o la redacción de una sentida elegía con motivo de la muerte
de Elvira, hermana de su amigo, el poeta José Asunción Silva.
En 1880 publica La Revolución Radical
de Antioquia, donde explica su participación en la invasión de se estado, es
además cónsul entre 1871 y 1873 en Santiago de Chile, pero siempre se refugió
en la literatura
Jorge Isaacs muere en Ibagué en Abril de 1895, pobre y
absolutamente desilusionado, victima de sus fracasos políticos y sin conseguir
ninguna retribución económica por habernos legado una de las obras más famosas
de la literatura Latinoamericana.
NOVELA MARÍA.
He aquí un breve resumen de la novela Maria de Jorge Isaac.
Enmarcada por la espléndida geografía del Valle del Cauca,
en épocas pasadas floreció la hacienda «El Paraíso». Allí, rodeados por la
bondad de sus padres y tíos, crecieron dos jovencitos de nombres Efraín y
María, primos hermanos, quienes desde su más tierna infancia se hicieron
inseparables compañeros de juego y alegría. Muy pronto, sin embargo, el camino
de los dos primos se separó.
Efraín, alcanzada la edad necesaria para emprender una
sólida educación, fue enviado por sus padres a la ciudad de Bogotá, en donde,
tras seis anos de esfuerzo, consiguió coronar sus estudios de bachillerato.
María, entre tanto, lejana ya las delicias de la infancia,
se había convertido en una bellísima muchacha, cuyas dotes y hermosura
encandelillaron al recién llegado bachiller.
Ciertamente la sorpresa del muchacho fue compartida. También
María se sintió vivamente Impresionada ante las maneras y el porte de su primo,
y aquella mutua admiración dio tránsito a un vehemente amor que se apoderó de
sus corazones, sin que ellos mismos pudieran comprenderlo o sentirlo.
El cariño de los jóvenes progresó dulcificado por las
bondades de su medio y muy pronto, a pesar de que ellos quisieron ocultarlo,
los ojos de sus mayores recabaron en este mutuo afecto. Entonces, una sombra
dolorosa se interpuso entre los dos enamorados. Los padres de Efraín, quienes
abrigaban un vivísimo amor por su sobrina, no podrían olvidar una penosa
circunstancia .que señalaba indefectiblemente su destino. Tal como su madre,
muerta bastante tiempo atrás. Marta daba muestras de padecer una dolorosa
enfermedad. Aquella dolencia, que llevara a la muerte a quienes la padecieran,
tarde o temprano, empezaba a notarse en el semblante juvenil de la muchacha.
Ningún alivio era suficiente, y aunque el ánimo de los buenos señores se
inclinara favorablemente al amor de los muchachos, la posibilidad, casi
indudable, de la muerte temprana de María, los obligaba a oponerse.
A pesar de ello, sus acciones no revistieron crueldad o
torpeza. Todo lo contrario, el padre llamó a Efraín a su lado y sin mostrar
señal alguna de su íntima determinación, lo instó a viajar a la lejana Europa a
fin de adelantar estudios superiores de medicina. Aquella solicitud conturbó el
ánimo de la enamorada, quien veía con profundo pesar la forzosa distancia que
entre los dos pudiera interponerse. Sin embargo, la voluntad paterna fue
determinante y tras una serie de obstáculos y aplazamientos que llenaron de
felicidad el corazón de los amantes, Efraín enderezó sus pasos rumbo a Londres.
El dolor de los primeros tiempos de separación fue mitigado por las incontables
cartas que los muchachos se enviaban.
Muy pronto, Efraín resintió las dilaciones y tardanzas de su
amada. Y cuando esta situación más lo mortificaba y ofendía, supo por boca de
un amigo recién llegado a Inglaterra, que la joven María había sido postrada
por una dolorosa enfermedad que la amenazaba cruelmente y que requería su
presencia. Inauditos fueron entonces los dolores de Efraín tratando de
encontrar vías inmediatas para su desplazamiento desde Europa.
Las enormes distancias y la lentitud de los transportes se
erigía como otras tantas lanzas que mortificaban su corazón. Días y días se
sucedían, sin que la añorada patria asomara en el horizonte. Llegaron después
tas penalidades de la travesía de ríos y montanas, los accidentes, las lluvias,
la crueldad de la naturaleza que inconmovible asistía a los agónicos esfuerzos
del enamorado. Cuando ya Efraín consiguió descabalgar en tierras de «El
Paraíso» y saludó emocionado a sus padres, por el semblante de aquellos adivinó
la verdad: sus esfuerzos fueron vanos.
La amada no pudo aguardar su llegada y con su nombre entre
los labios falleció.
La desesperación de Efraín lo condujo hasta el pie de la
tumba de María, en donde los recuerdos de las alegrías pasadas que la llevaron
hasta la postración. Finalmente, incapaz de soportar la vida en medio del
maravilloso valle que fuera escenario de su amor y que lo inundaba cada
instante con su alud de recuerdos y emociones, Efraín decidió abandonar para
siempre la tierra de sus mayores y se adentró en lo desconocido.
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